lunes, 5 de febrero de 2007

UN TSUNAMI EN GRAN CANARIA, UNA JOYA DE LA GEOLOGÍA INSULAR.

Científicos canarios y franceses estudian el único depósito de tsunami descubierto en Canarias

Dinámica de un tsunami

Los tsunamis u olas gigantes no son grandes muros de aguas como suelen reflejar las películas sino grandes crecidas de ríos que arrasan cuanto encuentran a su paso.

Hace unos 800.000 años, una ola gigante inundó Agaete. Un tsunami, como conocen los expertos a estas grandes ondas marinas, cruzó la distancia que separa a Tenerife de Gran Canaria en sólo 15 minutos, la cuarta parte del tiempo que las actuales embarcaciones rápidas emplean en cubrir un trayecto similar. Aquella masa de agua dejó sus huellas. Ahora los científicos estudian aquel fenómeno. Geólogos, físicos y topógrafos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el director de la estación volcanológica de Canarias, Juan Carlos Carracedo, y expertos de las universidades de París, Estrasburgo y Burdeos preparan una publicación científica internacional sobre el que está considerado como el único presunto depósito de tsunami de Canarias.

Los restos sedimentarios con fósiles marinos observados alcanzan los 90 metros de altura en el valle de Agaete. Fueron citados por vez primera por un científico francés en 1934. Sin embargo, se pensaba que eran simples terrazas marinas, es decir, una mera elevación del nivel del mar. Pero en 1997 y, sobre todo, a partir de 2000, la ULPGC y las universidades francesas empezaron a poner en cuestión esta teoría. En su opinión y a raíz de una investigación profunda de los depósitos, las huellas del pasado hablan de un evento catastrófico.

El profesor de Geología de la ULPGC, Francisco José Pérez Torrado, se hace las siguientes preguntas: «Si fuera un depósito marino normal, ¿por qué no está en más sitios? ¿Por qué está a diferentes alturas? ¿Por qué, además, está siempre inclinado y no está horizontal? Son características que nos hacen pensar en un evento catastrófico ocurrido por una ola gigantesca de tipo tsunami».

«Los depósitos están a diferente altura, adaptados al relieve previo», prosigue el científico, «y eso es imposible que lo haga el mar porque cuando está a cota cero, en rasa, no se adapta a las pendientes».

Una onda tinerfeña

El origen del tsunami está en un deslizamiento gigante de Tenerife. Ocurrió en un periodo comprendido entre 780.000 y 800.000 años. Por aquel entonces, unos 40 kilómetros cúbicos del valle de Güímar se desplomaron sobre el mar, generando una ola gigante que se dirigió hacia Gran Canaria. Los cálculos realizados por el físico de la ULPGC Ángel Rodríguez nos hablan de una fuerza descomunal de la naturaleza: la ola arrancó con 112 kilómetros por hora; llegó a la mitad del recorrido con 590 kilómetros por hora y entró en Agaete a 50 kilómetros por hora; en cuanto a su altura, la ola tuvo 90 metros cuando se formó; llegó a la zona más profunda con 4,2 metros y alcanzó el valle de Agaete con unos 30 metros de altura.

Con esta evolución, y teniendo en cuenta que por aquel tiempo el mar estaba 50 metros por encima del nivel medio actual, se explica que los depósitos marinos hayan llegado hasta la zona de Los Berrazales, unos 90 metros por encima del nivel del mar de hoy.

Además, teniendo en cuenta esta teoría, que ya ha sido publicada a nivel científico en 2002, se puede afirmar que la ola subió unos tres kilómetros del Valle de Agaete en sólo unos pocos minutos, en concreto, 3,6, según Rodríguez.

La ola subió tres kilómetros por el Valle de Agaete en sólo tres minutos

Dinámica de un tsunami

Los tsunamis u olas gigantes no son grandes muros de aguas como suelen reflejar las películas sino grandes crecidas de ríos que arrasan cuanto encuentran a su paso.

Origen. Los tsunamis -palabra japonesa que significa ola de puerto suelen estar originados en un terremoto que tiene lugar en el mar. Se estima que sólo un 9% se produce por un deslizamiento o derrumbe, como fue el caso de Agaete, y sólo un 1% se debe a una explosión volcánica.

A más velocidad, menor altura

Una de las características principales de los tsunamis es que la altura va en sentido contrario a la velocidad. Esto se debe a que la ola se desplaza más rápidamente con cotas profundas. Por contra, cuando se acerca a la costa, la masa de agua se ve frenada por la plataforma continental, que al mismo tiempo la impulsa hacia arriba con lo que gana en altura. Eso explica que en la zona de mayor profundidad sólo tuviera 4,2 metros pero que viajara a 590 kilómetros por hora; o que en Agaete alcanzara los 25 metros pero sólo fuera a 50 kilómetros por hora.

Ni se nota en alta mar

Una de las características del tsunami es que un barco en alta mar no nota la ola. De hecho, una embarcación se mueve más con un episodio de mar gruesa que con una ola gigante. Esto se debe a la amplia longitud de onda -la distancia entre la cresta de una ola y la de otra- que se produce con estos fenómenos.Así, el tsunami de Agaete, que alcanzó 4,2 metros en la parte media, la longitud de onda fue de 25 kilómetros. Esto representaría una pendiente del 0,05%, una etapa llana para un ciclista.

Como un río

Los especialistas aseguran que el tsunami no es un gran muro de agua, como suelen reflejar las películas. Es más bien como un río o una subida muy rápida de las aguas que arrasan cuanto encuentran a su paso.

(CANARIAS)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, me gustaría que leyeses esta historia: http://www.heliodoro.wordpress.com/2007/04/04/cuando-el-barranco/
La escribí en Abril, me gustaría que la leyeses hasta el final. Hay una versión de lo que cuentas.
Un abrazo y saludos cordiales.

www.heliodoro.wordpress.com