miércoles, 3 de enero de 2007

Pensamientos del día por Omraam Mikhaël Aïvanhov.



Pensamiento del 01/01/2007.

"Cada mañana, al levantaros, así como varias veces durante el día,
pensad en el Alma universal como si fuera un diapasón con el que
debéis sintonizar. Es así como poco a poco conectaréis con la
armonía cósmica. Mientras no decidáis realizar este trabajo de
ajuste, seréis como instrumentos desafinados.
Pensaréis: «Pero a fin de cuentas ¡es humillante tener que
someterse continuamente a unas normas!» No, un verdadero
espiritualista jamás considerará humillante reconocer que quiere
ajustar sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos con el
diapasón divino. E incluso si los demás piensan que no tiene
amor propio ni orgullo, puesto que rehúsa manifestar su
independencia de espíritu, esto no le preocupa. En lo que muchos
llaman orgullo, independencia, los Iniciados sólo ven debilidad,
y en lo que los demás llaman debilidad, los Iniciados ven la
fuerza. El verdadero prestigio es inclinarse ante las leyes de
la armonía universal."

Pensamiento del 02/01/2007.

" Existen bordados tan magníficos que son expuestos en los museos.
Pero entre aquellos que acuden a admirarlos, ¿cuántos saben
interpretar lo que significa el tejido, la aguja, el hilo y las
figuras del dibujo?
El tejido es el principio femenino, la materia con la que
trabaja la aguja. La aguja es la voluntad, el principio
masculino que guía al hilo; y el hilo es el pensamiento. Cuando
la aguja, enhebrada con hilos preciosos u ordinarios, de colores
vivos o apagados, sólidos o frágiles, trabaja el tejido, crea
figuras encantadoras o mediocres.
El tejido puede significar muchas cosas: nuestro cuerpo físico,
por ejemplo. Arrastrado por la voluntad, el pensamiento trabaja,
borda, y aparecen las imágenes: son las formas del cuerpo, los
rasgos del rostro, la expresión de los ojos, que relatan toda la
historia de una vida..."

Pensamiento del 03/01/2007.

"Todo puede abandonarnos, podemos perderlo todo, excepto a
nosotros mismos. Entonces, ¿por qué no buscar ahí, en nosotros,
puesto que es la única posesión, la única certeza que tenemos
verdaderamente? Jamás nos separaremos de nosotros, tanto si nos
hallamos en la tierra o en el otro mundo.
Para mantener en cada circunstancia el dominio de la situación,
todos disponemos de algo que nadie ni nada puede arrebatarnos. Y
lo que nadie ni nada puede arrebatarnos, es nosotros mismos. En
la vida, en la muerte, estaremos eternamente con nosotros. Sí,
he aquí la cosa más segura, todo lo demás no es seguro y puede
escapársenos. Y este «nosotros » que nadie puede arrebatarnos,
es la conciencia de la chispa divina que somos, es decir la
conciencia de las capacidades que hemos recibido del Creador y
de las ocasiones que se nos presentan cada día para poner en
práctica estas capacidades."

Omraam Mikhaël Aïvanhov


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