martes, 23 de enero de 2007

Especial cambio climático (1a. parte)

Especial cambio climático (1a. parte)

Columnas > Ciencia y conciencia
Por: Thilo Hanisch Luque

Inundaciones, huracanes, ciclones, sequías, animales que eran pacíficos y se volvieron agresivos. Frío en el trópico, calor en los países nórdicos. Uno ve las noticias del clima, y las de otras clases menos gratas aún, y definitivamente, viene a la mente la película de Los dioses deben estar locos. Y loco quizás me crean también a mí, cuando afirme que el calentamiento global no tiene que ver con el hombre, aunque el efecto invernadero si. Pareciera una discusión sin importancia, si llamamos los devastadores efectos del cambio climático en las últimas décadas, de una u otra forma.

Pero leyendo un poco de aquí y allá, el calentamiento global y el efecto invernadero son dos fenómenos estrechamente relacionados, y sin embargo, su origen es completamente diferente. Relacionados porque ambos contribuyen al cambio climático, pero independientes porque el uno depende de nuestra estrella el sol, y el otro de la destrucción de la naturaleza en manos de nuestra especie.

Gran parte de lo que sabemos de hoy sobre el clima, y muchos de los modelos estadísticos que tratan de predecir el clima, se basan en el estudio del clima desde el origen del hombre. Aunque no exista la máquina del tiempo para ir al pasado, los científicos que se dedican a tomar muestras para registros paleoclimáticos, lo hacen con base a muestras de hielo tomado a varios metros de profundidad de los glaciares y otras fuentes, por ejemplo. Y es que ese hielo contiene sedimentos y minerales de miles a millones de años de antigüedad, y por su composición se pueden hacer predicciones y deducciones del clima de cada época. Por eso sabemos que hubo una edad de hielo.

El calentamiento global se conoce desde el medioevo

Gracias a estos estudios, y más recientemente a los estudios astronómicos del siglo XX, todos sabemos que nuestro planeta ha pasado alternadamente, por períodos de temperaturas altas y bajas (glaciaciones), y por ende el clima también ha variado correspondientemente durante estos ciclos. Si bien aún faltan muchas respuestas, los científicos han logrado algunas interpretaciones coherentes, que se correlacionan con el cambio climático actual.

Estos son apartes de una conferencia de Eugene Parker, un físico solar, especialista en magnetismo solar: "Es evidente que el Sol influye en el clima terrestre. Si nos fijamos en épocas pasadas vemos fenómenos como el mínimo de Maunder, un periodo de tiempo en el siglo XVII en el que el Sol estaba muy poco activo, y que coincidió con una reducción de la temperatura en las regiones septentrionales de la Tierra. El mismo fenómeno se produjo en el siglo XV (…) Se puede decir que, desde 1860-80, el Sol ha ido aumentando su actividad hasta aproximadamente 1950, con lo que se ha venido experimentando una tendencia al aumento de la temperatura que, entonces, se explicó por un aumento en el brillo solar. Por aquellos años comenzó a emitirse y acumularse CO2 en la atmósfera, algo que no se hizo patente hasta aproximadamente 1950."

¿Cómo se produce el calentamiento global?

Las radiaciones de las estrellas, y por ende también la luz solar, viajan por el espacio como rayos cósmicos. Dichos rayos contienen protones, electrones y fotones que golpean la atmósfera de la Tierra con energías sumamente altas. Cuándo estos elementos atómicos chocan con las moléculas atmosféricas, una buena parte de esta energía se convierte en calor, elevando la temperatura de los gases de la atmósfera de nuestro planeta. Y eso por no hablar de las colisiones intergalácticas, otras estrellas chocando entre sí, supernovas, en fin. Todos estos cuerpos celestes emiten radiaciones cósmicas, aunque las que sostienen la vida en nuestro planeta, es del sol.

Los científicos ortodoxos, entre ellos los “duros de la NASA”, consideran que el "Calentamiento Global" no es un evento antropogénico (del hombre), sino un ciclo natural relacionado con dicha energía cósmica solar e intergaláctica: “Es evidente que los nucleones de hidrógeno (línea verde) afectan directamente a las variaciones de la temperatura de la Tierra (línea roja); sin embargo, parece como si no hubiera una coincidencia entre los Rayos Cósmicos Intergalácticos (línea azul) y la Variación en el Calentamiento Global (VCG).”

Pero entonces, ¿el efecto invernadero qué?

El mismo científico Eugene Parker al que citaba anteriormente afirma contundentemente que “el aumento de la temperatura terrestre desde los años 50 se debe, fundamentalmente, a la acción humana”. Eso es porque si bien se esperaba un aumento proporcional de la temperatura terrícola con una fluctuación de rayos cósmicos, la elevación de la temperatura desde los años cincuenta ha sido muy por encima de lo que se podría predecir a partir del modelo de los rayos cósmicos.

De hecho las investigaciones de Parker demuestran que la actividad solar no ha aumentado desde hace medio siglo, y que por el contrario, el Sol no ha registrado aumentos significativos en su actividad. Y que de hecho, se ha nivelado el nivel de radiación cósmica que llega hasta nuestra troposfera.

La primera gran conclusión entonces es que el calentamiento global depende en primera línea de la cantidad de radiación solar que llega al planeta, y que esta no es constante. Sin embargo la temperatura ha aumentado mucho más allá de lo esperado desde 1950, y esto sólo se explica la acumulación de CO2 en la atmósfera. Y este último, si es un evento antropocéntrico.

La siguiente pregunta entonces, naturalmente, será qué es y en qué consiste el efecto invernadero. Y ese será el punto de partida de la segunda parte de este especial.

Hasta entonces.

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